26 de junio de 2025

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Las inundaciones en Bahía Blanca revelan la crisis climática y la falta de planificación

Por Patricia Van Ploeg, directora de produccionsustentable.com

Las inundaciones que afectaron a Argentina en marzo de 2025, especialmente graves en la ciudad de Bahía Blanca, generan fuertes debates sobre sus causas. Expertos atribuyen el desastre principalmente al cambio climático provocado por la actividad humana, aunque también señalan la falta de infraestructura adecuada y decisiones políticas deficientes como factores secundarios.

Un reciente informe de Climate Meter, publicado esta semana por EcoNews, indica que los eventos extremos de precipitaciones que originaron las inundaciones produjeron cuatro milímetros más por día de lluvia que los registros históricos del siglo XX. El análisis basado en los datos ERA 5 del programa Copérnico destacó anomalías importantes en presión superficial, viento y temperatura, vinculadas directamente al cambio climático antropogénico.

«La catástrofe que vive Bahía Blanca evidencia la necesidad urgente de adoptar medidas de adaptación y reconocer el rol humano en la crisis climática causada por la quema de combustibles fósiles», declaró una experta del CONICET.

El evento ocurrido el 7 de marzo marcó un récord histórico: en solo ocho horas, la ciudad recibió más de 400 milímetros de lluvia, cifra equivalente a la precipitación media anual. Esta cantidad excepcional provocó inundaciones repentinas, víctimas fatales, y daños considerables en infraestructura, incluyendo carreteras y puentes destruidos. Los sistemas de drenaje colapsaron ante la intensidad del agua.

A esto se suma un contexto climático específico: anomalías en las temperaturas superficiales del mar y la interacción de un frente frío estacionario con aire húmedo proveniente del Amazonas intensificaron el fenómeno.

El antecedente científico existía: hace 13 años, un informe del CONICET ya advertía sobre el riesgo potencial debido a la ubicación geográfica y la urbanización no planificada, factores que aumentan el peligro de inundaciones por modificar los patrones naturales de escurrimiento.

«Si no se reducen rápidamente las emisiones, fenómenos extremos como este serán cada vez más frecuentes. La inversión en gestión de riesgos y adaptación climática ya no es opcional, es urgente», recalcaron especialistas médicos y climatológicos.

Hace apenas un año, Bahía Blanca ya había sufrido otra tormenta extrema que provocó múltiples daños y víctimas, lo que resalta la vulnerabilidad constante ante fenómenos meteorológicos extremos, agravados por la crisis climática y la falta de previsión urbana.