Fundación Gen impulsa el cáñamo industrial en la Patagonia con cultivos experimentales

La organización de General Roca lidera ensayos pioneros, alianzas estratégicas y desarrollo de productos de valor agregado para una nueva agroindustria sustentable.

La organización sin fines de lucro se posiciona como referente nacional en la innovación con cáñamo industrial. Impulsa cultivos experimentales, procesamiento y generación de productos de alto valor agregado para una nueva agroindustria sustentable.

Desde su creación en 2019, la Fundación Gen trabaja para impulsar un modelo productivo sustentable a través del cáñamo industrial y el cannabis medicinal. Con sede en General Roca, provincia de Río Negro, esta ONG patagónica se convirtió en la primera en el país en realizar una extracción experimental de aceite de cáñamo, y lidera actualmente dos cultivos experimentales en la región.

La organización fue fundada por cuatro productores del Alto Valle –Luciano Rivera, Ricardo Peña, Lucas Calegari y Martín Ancaten– con el objetivo de promover el acceso a la salud mediante cannabis medicinal y desarrollar una nueva agroindustria basada en el cáñamo industrial, como complemento a la fruticultura en el norte de la Patagonia.

Conformada por científicos, agrónomos, médicos, abogados, productores y técnicos, Fundación Gen plantea una visión de trabajo con triple impacto: económico, social y ambiental. Su misión consiste en investigar, producir y transformar cáñamo en productos útiles, en articulación con el Estado, empresas privadas y centros de conocimiento.

Ensayos pioneros en Río Negro y Neuquén: resultados prometedores

En la campaña 2024-2025, la ONG llevó adelante dos cultivos experimentales en condiciones contrastantes. El primero, llamado “Proyecto Coirón”, se ubicó en Mari Menuco, provincia de Neuquén. El segundo se desarrolló en la Chacra Modelo de Fundación Gen en General Roca, con el acompañamiento de municipios, autoridades provinciales e investigadores.

El Ing.Agr. Mario López, responsable técnico de los ensayos, explicó que el cáñamo es un cultivo anual de gran retorno, adaptable a diversas condiciones, con alto valor en fibra, semillas y aceite. “Trabajamos con genética adaptada a la región, evaluamos fechas de siembra, rindes, comportamiento del grano y fibra, y maquinaria disponible para pequeños y medianos productores”, señaló.

La siembra temprana en noviembre permitió expresar el máximo potencial de la variedad utilizada. Se logró una cosecha sobresaliente tanto en cantidad de grano como de biomasa útil para fibra. La siembra tardía, en cambio, mostró limitaciones por las altas temperaturas, lo que permitió definir que la fecha límite de siembra debería ser a mediados de diciembre.

La Fundación también evaluó tecnología de siembra y trilla. Sembradoras neumáticas y equipos medianos de procesamiento fueron adaptados al cultivo. Esto allana el camino para su escalabilidad en futuras campañas y para su adopción por parte de más productores de la región.

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Producción, industrialización y visión a largo plazo

Además de los ensayos, la ONG comenzó con el procesamiento del cáñamo industrial cosechado, para obtener semillas, aceite y fibras. En colaboración con empresas locales, se avanza en la producción de placas tipo OSB ecológicas para la construcción sostenible y en derivados como harina o aceite de semilla.

La visión a mediano plazo es construir una cadena productiva regional basada en el cáñamo, con generación de valor agregado y oportunidades de inversión. A largo plazo, Fundación Gen aspira a consolidar el mercado interno y explorar exportaciones, posicionando al Alto Valle como referencia en esta agroindustria emergente.

Una jornada que marcó un antes y un después

Durante abril, se realizó una jornada de procesamiento de cultivos en la chacra experimental, con amplia participación institucional. Estuvieron presentes autoridades del Municipio de General Roca, entre ellas la intendenta María Emilia Soria, representantes del gobierno de Neuquén, del INTA, INTI, universidades y organismos nacionales.

Soria destacó: “Vemos en el cáñamo una gran potencialidad para diversificar nuestra matriz productiva. Fundación Gen está haciendo un aporte clave adaptando semillas a nuestro suelo y clima”. Armando Vidal, desde la provincia de Neuquén, valoró la experiencia como un “caso de éxito” con proyección a mayor escala.

Un recurso con historia y miles de aplicacione

El cáñamo es uno de los cultivos más antiguos del mundo, con registros desde el año 2500 a.C. De él se derivan más de 25.000 productos industriales: alimentos, textiles, papel, cosméticos, materiales de construcción, biocombustibles y productos farmacéuticos.

Históricamente, incluso Manuel Belgrano en 1797 vislumbró en el cáñamo una salida industrial para el país, aunque su proyecto no prosperó. Hoy, más de dos siglos después, la Patagonia podría convertirse en el corazón de un nuevo modelo productivo sostenible, impulsado por Fundación Gen.