
El vicepresidente de la Asociación Argentina de Angus habló sobre sus raíces, su historia productiva y su visión de país. Reclamó menos trabas para exportar, apoyo técnico en sanidad y tasas de crédito razonables para impulsar a la ganadería.
Ganadero, empresario y dirigente, Amadeo Derito tiene un vínculo con el campo que viene de lejos, pero se consolidó a fuerza de trabajo y convicciones. “Hacemos ganadería de ciclo completo , también tambo en Navarro. Tenemos campos en San Luis, La Pampa y en provincia de Buenos Aires”, cuenta.
Derito forma parte de una familia con tradición industrial: “Nuestra empresa de refrigeración y aire acondicionado tiene más de 80 años. Pero mi pasión por el campo empezó de chico, cuando mi papá me mandaba de vacaciones a un establecimiento lechero en Navarro, que era de un amigo suyo. Yo trabajaba con el hijo en un tambo chiquito, y ahí me enamoré del campo”.
La empresa, una historia de tres generaciones
La firma agropecuaria de los Derito nació en 1983, y fue creciendo al compás del esfuerzo familiar. Hoy, dirige una empresa diversificada que integra ganadería, lechería y agricultura, pero también mantiene viva la herencia de sus mayores. “Esa conexión con la tierra siempre estuvo. Empezamos de a poco, y hoy trabajamos con pasión y profesionalismo para crecer sin perder nuestros valores”.
“Hay que sacar los pies de encima del productor”
Derito, con la serenidad de quien conoce las idas y vueltas del campo argentino, no pide subsidios ni favores. Pide reglas claras y menos trabas para producir.
“Lo importante no es que el Estado nos ayude, sino que nos saque los pies de encima. Hay que eliminar las últimas restricciones a la exportación para que el novillo tenga un precio competitivo, y dar apoyo técnico desde el Senasa para mejorar la sanidad en todos los rodeos”, reclama.
Además, valora que las tasas de interés estén bajando y espera que eso se traduzca en condiciones más razonables para el acceso al crédito productivo. “Necesitamos máquinas, herramientas, infraestructura, pero con crédito que se pueda pagar. No con tasas que ahogan”
El sueño de un país que vuelva a brillar
La entrevista termina con una confesión íntima y esperanzada: “Yo sueño con que salgamos del estancamiento. Sueño con una Argentina donde no haya más gente durmiendo en la calle, donde nuestros hijos no quieran irse a otro país. Que sueñen con este lugar, como lo soñamos nosotros. Como lo soñó mi abuelo cuando vino de Italia. Que vuelva a ser el sueño de los inmigrantes y también de nuestros hijos”.
Las palabras de Amadeo Derito resuenan como una síntesis del espíritu agropecuario: trabajo, memoria y futuro. En un país que aún busca su rumbo, su mensaje es claro: menos trabas, más producción y un sueño colectivo que no se resigna.