23 de agosto de 2025

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Blonde D’Aquitaine: la raza que busca ganarse un lugar en la ganadería argentina


Milton Schneider, presidente de la Asociación de Criadores de Blonde D’Aquitaine de Argentina sostiene que desde la entidad se apuesta a la expansión de la raza francesa en el país con resultados productivos y carniceros que sorprenden.

En el mapa de la ganadería argentina comienza a aparecer una sigla poco habitual: BDA, Blonde d’Aquitaine. Esta raza bovina francesa, reconocida en Europa por su conformación cárnica y su eficiencia, está dando sus primeros pasos en el país de la mano de un puñado de productores que decidieron apostar por su incorporación a los rodeos.

Ese camino, sin embargo, tiene un antecedente fundamental: “Toiny” Huffmann , productora ganadera y propietaria de la Cabaña Curutué, quien desde hace más de 40 años viene impulsando la presencia de la Blonde d’Aquitaine en Argentina.

Su familia, llegada de Bélgica en 1946, se radicó en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, y desde entonces Toiny se convirtió en referente en la cría de distintas razas, pero sobre todo en el desarrollo de la Blonde. Hoy, los criadores que apuestan por esta raza continúan ese legado pionero.

Uno de ellos es Milton Schneider, presidente de la Asociación de Criadores de Blonde d’Aquitaine en Argentina, quien desde su establecimiento en la localidad entrerriana de Hasenkamp —una comunidad de raíces alemanas ubicada a 80 kilómetros de Paraná— busca difundir las virtudes de la raza y mostrar resultados concretos.

El campo familiar de los Schneider, con unas 700 hectáreas propias y otras 500 alquiladas, combina agricultura y ganadería, siguiendo una tradición que viene desde el abuelo. “Mi padre siempre fue agrícola-ganadero, incluso tuvimos tambo, hasta que nos fuimos inclinando más hacia la ganadería de carne”, cuenta Milton. Ese legado se transformó en inquietud por probar alternativas productivas y ahí apareció la Blonde d’Aquitaine.

De la exportación frustrada a la búsqueda de alternativas

El ingreso de esta raza a su rodeo no fue casual. Schneider recuerda las dificultades que enfrentó la familia cuando se cerró la exportación de carne durante la gestión de Guillermo Moreno. “Teníamos animales listos para faena y no se podían vender. Y cuando finalmente se abrió, nos castigaron por sobreengrasamiento”, señala. Fue entonces cuando empezó a mirar con atención datos y experiencias sobre la Blonde d’Aquitaine. “Me sorprendieron los resultados que veía publicados. Trajimos un toro y lo probamos en el rodeo. Los números fueron tan buenos que decidimos avanzar”, relata.

Hoy cuenta con 10 ejemplares sobre un rodeo de 280 vacas Hereford y Braford, y los resultados son contundentes: rindes en faena que superan el 61% en hembras y alcanzan hasta el 64% en machos, con una carne muy buscada en las carnicerías por su terneza y buena composición de grasa.

Mitos y realidades sobre la facilidad de parto

Uno de los prejuicios más comunes sobre la Blonde d’Aquitaine es el temor a los partos distócicos, algo que suele atribuirse a las razas continentales por la conformación corporal. Sin embargo, la experiencia entrerriana contradice esa idea.

“En seis años no tuvimos un solo problema de distocia. La usamos en vaquillonas de primer servicio y no hubo complicaciones. Son animales longilíneos, lo que facilita los partos”, asegura Schneider.

Además, destaca su adaptación al clima argentino. “Mientras otras razas buscan la sombra, la Blonde se queda bajo el sol. Se comporta mejor incluso que cruzas índicas en nuestro campo. Son animales tranquilos, longevos y muy dóciles”, agrega.

Calidad de carne y demanda carnicera

En el aspecto carnicero, la raza también ofrece ventajas diferenciales. Si bien no alcanza los niveles de marmoreo del Angus, su carne es tierna y de alta aceptación comercial. “Los carniceros la buscan porque tiene un equilibrio justo: carne magra, rendidora y de excelente sabor”, explica Schneider. El rendimiento promedio supera los 120 kilos por media res, lo que garantiza buen peso al momento de la venta en el mercado interno.

Una asociación joven con mirada federal

La Asociación de Criadores de Blonde d’Aquitaine en Argentina cuenta hoy con unos 18 socios repartidos en varias provincias. “Tenemos productores en Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires e incluso una criadora en Santa Cruz. La expansión territorial demuestra que la raza se adapta a distintas condiciones productivas”, dice Schneider.

El principal objetivo de la entidad es generar estadísticas confiables y promover la difusión de la raza. “Hoy todavía no hay un registro exacto de cuántos animales hay en el país. Queremos armar una base sólida de datos y trabajar en conjunto para mostrar todo el potencial que tiene”, detalla.

Desafíos y futuro de la Blonde d’Aquitaine en Argentina

El camino no será sencillo. En un sector tradicional como la ganadería, muchas veces prevalece la costumbre. “Somos conservadores, repetimos lo que hicieron nuestros abuelos y padres. Nadie quiere cambiar en medio del río”, reflexiona Schneider. Sin embargo, se muestra convencido: “El que prueba la Blonde, difícilmente vuelva atrás. Sus virtudes son demasiado claras”.

Entre las estrategias de difusión aparecen las redes sociales y la participación en exposiciones. También hay interés en el cruzamiento con otras razas (Blonde d’Aquitaine/Braford, Blonde d’Aquitaine/Hereford), donde la Blonde puede aportar rendimiento carnicero sin resignar facilidad de parto.

» La idea es hacer el cruzamiento de manera que le aporte a las razas ya existentes volumen de carne sin bajar la calidad, y sin generar problemas de parto. Para eso está pensada la incorporación del Blonde «, sostiene Milton.

Además, la raza demuestra una plasticidad notable: si el animal debe permanecer más tiempo en el engorde por cuestiones de mercado o clima, puede hacerlo sin “pasarse de gordo”, manteniendo siempre una grasa justa y una carne de calidad excepcional. Esto le da al engordador la tranquilidad de poder destinarlo tanto al mercado interno como a la exportación.

«Al mismo tiempo, el criador se beneficia porque no enfrenta problemas de distocia en su rodeo, logra un amanse general y, en términos productivos, el desarrollo es tan explosivo que los terneros pueden duplicar su peso al mes de vida en cruzamientos con Blonde«, concluye.

Por ahora, la producción se destina al consumo interno, pero los criadores creen que a medida que se expanda la base genética y se consolide la asociación, habrá oportunidades para la exportación de genética y carne diferenciada.

“Argentina tiene todo: climas, suelos y productores que se animan. La Blonde d’Aquitaine tiene cualidades excepcionales que la hacen competitiva. Creemos que con trabajo y divulgación se puede convertir en una raza con peso propio en el país”, cierra Schneider, con el entusiasmo de quien sabe que está abriendo camino.


📌 Las virtudes del cruzamiento Blonde

Explosión productiva: los terneros cruzados pueden duplicar su peso al mes de vida, acelerando el ritmo de crecimiento.

Más carne, misma calidad: el aporte de la Blonde d’Aquitaine en cruzamientos permite incrementar el volumen sin perder la calidad de la carne.

Plasticidad en el engorde: puede permanecer en confinamiento cinco o seis meses sin excederse en grasa, manteniendo cortes aptos tanto para mercado interno como para exportación.

Facilidad de parto: no genera problemas de distocia en el rodeo, lo que brinda confianza al criador para usar toros Blonde en vacas de otras razas.

Amanse del rodeo: los cruzamientos ayudan a mejorar el temperamento de los animales.