27 de agosto de 2025

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El Campo por todos los medios

Mientras que la Rural avanza un casillero , la Mesa de Enlace retrocede dos

Fiebre aftosa: la Rural propone dejar de vacunar y CRA defiende lo contrario; la Mesa de Enlace vuelve a mostrar división.

La crítica que durante años se hizo a los gobiernos ahora golpea a las propias entidades. la Rural impulsa en soledad dejar la vacunación aftosa y CRA reclama unidad, senasa fuerte y consensos reales.

Durante años, en el campo argentino se escuchó siempre la misma queja: los gobiernos nacionales convocaban a las entidades, las escuchaban, las llenaban de promesas, pero las decisiones terminaban siendo unilaterales. Lo que salía finalmente no era el resultado de un trabajo conjunto, sino una medida del poder político maquillada con algún aporte de la Mesa de Enlace. Esa sensación de ser convidados de piedra, de estar para la foto y no para decidir, se repitió en cada gestión.

En 2008, con la Resolución 125 y la pelea por las retenciones, esa relación llegó a un punto de quiebre. Por primera vez, las entidades rurales se unieron frente a un enemigo común: el kirchnerismo. La Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Coninagro y la Federación Agraria Argentina (FAA) formaron la Mesa de Enlace. Una unidad nacida de la presión de las bases, que reclamaban defenderse de lo que sentían como un ataque directo al bolsillo.

Hoy, a más de diecisiete años , esa unidad parece desdibujada. La Sociedad Rural Argentina volvió a poner sobre la mesa un tema de enorme trascendencia: dejar atrás la vacunación contra la fiebre aftosa y avanzar hacia un país libre de la enfermedad sin vacunación. Su presidente, Nicolás Pino, planteó la creación de un Consejo Estratégico Nacional liderado por el Senasa, integrado por productores, académicos y provincias. Según la Rural, no se trata de una decisión improvisada sino de un proceso gradual, técnico y articulado.

Pero el planteo llegó en soledad. Y allí está el punto: la misma crítica que durante años el agro hizo a los gobiernos, hoy se refleja dentro de las propias entidades. La Rural decidió cortarse sola, dejando a la Mesa de Enlace como espectadora en un tema central.

Hace apenas una semana, el presidente de CRA, Carlos Castagnani, había marcado otra postura en el Congreso de Sanidad Animal en Río Cuarto:
“Dejar de vacunar sería imposible, porque estaríamos poniendo en riesgo una sanidad reconocida y que nos abre mercados internacionales”.

Castagnani fue más allá: pidió fortalecer al Senasa como garantía sanitaria, alertó sobre el avance de la garrapata —un problema millonario para los productores— y defendió la barrera patagónica, que sostiene mercados clave como Japón y la Unión Europea. Su mensaje fue claro: cualquier cambio debe debatirse con respaldo técnico y en el seno de todas las entidades, no como una jugada individual.

Y la otras entidades que piensan, que dicen, seguramente mucho porque sus dirigentes saben de lo que hablan. Pero como quedan ante la opiniòn pùblica.

La contradicción entre la Rural y CRA expone con nitidez el problema de fondo: la falta de un proyecto común. Mientras unos buscan marcar liderazgo en soledad, otros advierten que sin unidad no hay futuro. La misma Argentina que criticó a los gobiernos por avanzar sin consensos, hoy ve cómo sus entidades repiten el error.

El eje medular es uno: la salida para la Argentina —en el agro y en cualquier sector— no está en el individualismo ni en las internas, sino en el trabajo en equipo. Repetir los mismos escenarios de fragmentación solo garantiza retroceso. El desafío pendiente es pasar del “yo” al “nosotros”, antes de que la oportunidad de crecer vuelva a escaparse.