
En Connectagro, el encuentro organizado por la empresa Bayer, el director ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) , Alfredo Paseyro, remarcó la urgencia de un marco normativo moderno, incentivos para la inversión y una agenda conjunta público–privada que permita potenciar la genética, la tecnología y la competitividad del agro argentino.
El encuentro organizado por Bayer, volvió a reunir a referentes del sector para debatir sobre el presente y el futuro de la producción agropecuaria. En ese contexto, Paseyro, expuso una mirada directa: si Argentina quiere sostener su protagonismo agroexportador, primero debe ordenar las reglas del juego.
Paseyro destacó que el país cuenta con talento científico, empresas innovadoras y uno de los ecosistemas productivos más dinámicos de la región. Sin embargo, advirtió que todo ese potencial se ve limitado cuando los marcos regulatorios quedan desactualizados. “La genética, la biotecnología y la mejor ciencia que tenemos requieren previsibilidad. No hay innovación posible sin reglas claras”, remarcó.
Un sector que avanza, pero necesita condiciones
Para el director ejecutivo de ASA, la industria semillera trabaja en la frontera tecnológica: nuevas variedades, eventos biotecnológicos, fitomejoramiento y herramientas para enfrentar sequías, inundaciones y variabilidad climática. Pero subrayó que los avances dependen de inversiones fuertes y continuas.
“Cada desarrollo lleva años, y cada año sin certezas se traduce en oportunidades perdidas”, señaló. Para él, un sistema que incentive la inversión, proteja la propiedad intelectual y fomente la adopción tecnológica es clave para que los productores puedan acceder a mejores materiales y mayor competitividad.
El valor de la articulación público–privada
Paseyro coincidió con la mirada que se repitió durante todo el evento: la producción argentina solo puede avanzar si se construyen consensos entre todos los actores. “La innovación no sucede en compartimentos estancos. La ciencia necesita del Estado, el Estado necesita del sector privado, y el privado necesita políticas que acompañen. Si no trabajamos juntos, nadie llega a destino”, afirmó.
Además, sostuvo que la articulación con organismos técnicos, universidades y empresas es esencial para pensar la agricultura de los próximos diez años: más sustentable, más eficiente y con decisiones basadas en datos.
Un mundo que acelera y una oportunidad que no espera
Según Paseyro, el desafío también viene de afuera. Mientras países competidores corren hacia adelante con normativas modernas y estrategias públicas para la ciencia aplicada al agro, Argentina no puede darse el lujo de quedarse en debates pendientes.
“El productor necesita herramientas hoy, no dentro de un lustro. Competimos con gigantes que invierten miles de millones. Si no avanzamos, regalamos mercados”, expresó.
Finalmente, dejó un mensaje dirigido a quienes toman decisiones: “Tenemos capacidad científica, empresaria y productiva. Solo falta que la política acompañe. Si se alinea todo, Argentina puede liderar mucho más de lo que imagina”..

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