
El primer semestre del año cerró con un movimiento inusual de terneros y precios sostenidos, mientras la hacienda para faena empieza a normalizarse y marca el pulso del segundo tramo del año.
Con un mercado que se mantuvo dinámico y sin sobresaltos, el primer semestre de 2025 dejó un dato contundente: 6,4 millones de terneros y terneras se movieron con destino a invernada. La cifra, que marca un aumento del 6% respecto al mismo período del año pasado, llegó de la mano de un otoño con clima generoso y costos productivos competitivos que sostuvieron valores firmes incluso frente a una mayor oferta.
La zafra avanzó mes a mes con ritmo sostenido. Cada semana sumaba volumen sin que eso implicara una caída en los precios, lo que sorprendió a muchos operadores. Según datos del mercado, hoy un ternero de 170 kilos promedia los $3.900 por kilo, con lotes destacados que superan los $4.000. Esa firmeza responde, en buena medida, a la abundancia forrajera generada por las lluvias y temperaturas primaverales que dominaron el otoño.
El panorama hacia adelante parece marcar un piso alto para esta categoría, con un segundo semestre que tendrá menor oferta y, por lo tanto, precios sostenidos. Sin embargo, hay un factor que puede ponerle freno a cualquier expectativa alcista: la evolución de la hacienda para faena.
Después de un arranque de año con bajos niveles de faena, los números comenzaron a normalizarse. El consumo interno volvió a mostrar signos de recuperación, con un promedio de 49 a 50 kilos por habitante al año, y logró absorber incluso los aumentos del precio de la carne en góndola.
A partir de julio, los corrales comenzaron a largar la hacienda que ingresó durante los primeros meses del año. Según cifras del Senasa, al 1 de julio había más de 2 millones de cabezas en engorde a corral, un número elevado para esta época del año.
En ese segmento, los valores de referencia para novillitos y vaquillonas livianas oscilan entre los $3.000 y $3.200 por kilo. Son precios que tienden a estabilizarse, aunque podrían ceder si la oferta sigue creciendo, tal como marca la estacionalidad del segundo semestre.
Con un semestre cerrado en positivo para el ternero y un consumo interno que recuperó terreno, el mercado ganadero argentino entra en la segunda mitad del año con señales mixtas. El precio de la invernada se sostiene. La faena, en cambio, empieza a mostrar signos de saturación.
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