19 de noviembre de 2025

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Trabajo en red: el camino para un agro argentino más fuerte

El vicepresidente del Mercado Central de Buenos Aires , Ing. Agr. Leonardo Sarquis, participó del encuentro Connectagro organizado por Bayer y destacó que el futuro del sector depende de sinergias reales entre lo público y lo privado, infraestructura, estabilidad macroeconómica y un mayor involucramiento legislativo.

Sarquis sostuvo que hoy es imposible pensar el futuro del agro argentino sin pensar en integración. Más que una dificultad, para él se trata de una necesidad estratégica: “Nada se puede proyectar si no es con ese concepto. El trabajo en red dejó de ser una opción; es la condición para que las cosas sucedan”.

Destacó que el evento funcionó como una demostración de ese espíritu: espacios donde el sector público, el privado y las organizaciones se sientan a debatir cómo avanzar colectivamente. “Todos sabemos lo que puede hacer el sector agrobioindustrial y lo que aporta, pero nadie puede solo. Ni una empresa, ni un gobierno, ni un Estado”, subrayó.

Un país productor de alimentos con desafíos pendientes

Para Sarquis, el futuro argentino como productor y exportador de alimentos es indiscutible. Sin embargo, reconoce que aún persisten obstáculos que frenan ese despegue. Si bien valora que la macroeconomía comienza a mostrar más estabilidad, advierte que la verdadera transformación llegará cuando la microeconomía —el territorio donde actúa cada productor— comience a mejorar también.

El dirigente señala que la rentabilidad del productor sigue golpeada: “La carga impositiva es alta, no maneja los precios, no controla el clima. Todo eso complica”. A eso se suman problemas como la falta de infraestructura y, en estos días, grandes superficies inundadas en la provincia de Buenos Aires son muestra de ello . “Son cuestiones que demandan soluciones diarias, y esas soluciones solo llegan con trabajo articulado”, afirmó.

El productor y la necesidad de volver a pensar en grande

Consultado sobre si el productor se acostumbró a pensar en pequeño, Sarquis descartó la idea de resignación. “No es que se acostumbró; es que viene muy golpeado. Uno entiende por qué mira de cerca lo inmediato. Pero el camino empieza a allanarse”, señaló. Y agregó que la clave es recuperar la ambición estratégica sin perder de vista el trabajo colectivo: “Esto se ordena sumando fortalezas, no entorpeciendo”.

La alianza público-privada como eje

Sarquis volvió varias veces sobre un concepto: las tres P, la participación público–privada como motor. “Hablás con uno y te dice que no puede solo; hablás con otro y te dice lo mismo. La única solución es hacerlo juntos”. Para él, esa agenda debe instalarse con fuerza en los congresos, en los ministerios, en los gobiernos locales y en todos los espacios donde se piensa el futuro del sector.

Mirar el ejemplo de la región

Al hacérsele referencia a Brasil y su conocida “lo que es bueno para el campo es bueno para Brasil “ , sostuvo que Argentina debería aspirar a una lógica similar. También destacó el trabajo legislativo en Brasil y Estados Unidos, donde más de 200 legisladores están vinculados a la agenda agroindustrial. “Acá no nos pasa eso. ¿Por qué? Porque falta involucramiento. Pero creo que, de a poco, esto va a ir cambiando”.

Asimismo, valoró el rol de organizaciones como Fundación Barbechando, que impulsa el diálogo legislativo vinculado al campo. “No necesitamos 200 legisladores del agro, pero sí muchos más que entiendan lo que está en juego”, concluyó.