New Holland Agriculture, marca perteneciente a CNH Industrial, cuenta con un importante abanico de productos que se adaptan a las necesidades de los agricultores y ganaderos de cada región del país.
Desde Catriló, localidad ubicada en la provincia de La Pampa, Javier se dedica a brindar servicios agropecuarios utilizando cosechadoras New Holland. Las CR 6.80 y CR 6080 son sus elegidas debido a su simpleza y calidad de trilla.
«A mi criterio hay dos características que se destacan. Por un lado, la simpleza en su construcción y funcionamiento, lo que facilita su operación. Por otro, su calidad de trilla. Son máquinas muy sencillas de regular y dentro de cada cultivo se adaptan muy bien a todas las condiciones. Su calidad de trilla por HP de potencia es excelente gracias a su sistema de doble rotor que funciona de manera extraordinaria», afirma Brienza.
El sistema de doble rotor es una característica en la que New Holland Agriculture es pionera y que permite realizar una separación centrífuga en toda su longitud, grano a grano, con una trilla eficiente y una división continua y perfecta para obtener la mejor calidad de grano del mercado.
Brienza está ligado al campo por tradición familiar. Su abuelo Don Santos inició sus pasos en el servicio como contratista y de explotación agropecuaria en 1925 y desde ese momento la familia siempre siguió con los pies en la tierra.
«Para mí New Holland es sinónimo de una gran familia. Eso se refleja en el trato que uno recibe en cualquiera de los lugares en donde te toque interactuar, ya sea con un mecánico, un dueño de concesionario o con alguna persona que ocupa un puesto de jerarquía dentro de la marca. Esto se traduce en que el usuario siempre encuentra a alguien dispuesto a escuchar sus planteos y siempre están abiertos a realizar los cambios que uno sugiere», destaca Brienza.
El campo no para nunca y los meses de pandemia no fueron la excepción en las tierras pampeanas. Siguiendo los protocolos recomendados, y con la gestión de los permisos correspondientes, las tareas de siembra y cosecha pudieron realizarse en condiciones muy similares a la normalidad.
«Estoy convencido de que siempre existen oportunidades, lo único que no hay que hacer es bajar los brazos. Tenemos que entender que somos un eslabón fundamental en la producción de alimentos. Argentina crece con el campo, nunca sin él», finalizó.