Recibió su diploma el primer secadero que certificó BPM con programa del INYM

Se trata del establecimiento de la firma Hreñuk SA, que obtuvo la certificación en normas IRAM para el proceso de secanza que realiza en su planta ubicada en la localidad de Apóstoles.

El secadero de la empresa Hreñuk SA, ubicado en la localidad de Apóstoles, fue el primero en obtener el certificado de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) que otorga el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM),  en el marco del Programa que impulsa el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), orientado a optimizar la calidad del producto.

Este viernes, la empresa recibió el diploma correspondiente en la sede del IRAM, en la ciudad de Buenos Aires. «Estamos muy agradecidos al INYM que, por medio de la vinculación que tiene con IRAM, nos permitió certificar todo este proceso que está orientado a la búsqueda de una calidad superlativa de los productos que comercializamos», expresó el contador de la firma Hreñuk SA, Rubén Henrikson, minutos después de la ceremonia.

Por su parte, el presidente del Directorio del INYM, el ingeniero Alberto Re, puso el acento en remarcar la importancia de sumar elementos que jerarquicen a la yerba mate ante los consumidores. «Estamos haciendo mucho esfuerzo porque la yerba mate es un alimento y los consumidores exigen cada día más», enfatizó.

Desde el 2015, el INYM impulsa el Programa de Buenas Prácticas de Manufactura para Secaderos, y se implementa en toda la zona productora con el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) para mejorar los procesos de elaboración de la Yerba Mate adecuándolos a las exigencias del mercado. Desde la firma Hreñuk SA anticipan que ya piensan en dar un paso más.  «Ya teníamos la certificación RAS (Red de Agricultura Sostenible) en nuestras plantaciones y ahora tenemos BPM en el secadero. Estamos trabajando en certificar la etapa de envasado, para cerrar todo el circuito», anticipó.

El proceso dura aproximadamente un año. Consiste en jornadas de diagnóstico y capacitación que brindan técnicos de IRAM y en la etapa final, auditorias de seguimiento y certificación. Hasta la fecha, más de 20 secaderos de yerba mate recibieron conocimientos para mejorar las condiciones de elaboración del alimento, algunos de los cuales están en condiciones de certificar BPM y otros deben realizar las correspondientes auditorías, pasos y prácticas exigidas por el IRAM.

Para el presidente del INYM, las certificaciones demuestran que en toda la cadena yerbatera se asume la responsabilidad de elaborar un producto bajo las condiciones adecuadas. «Implica una gran concientización por parte de todos los actores y en todos sus aspectos, abarcando desde la plantación misma, la cosecha, la manipulación de la hoja en los secaderos; la elaboración en los secaderos y en los molinos, hasta cómo se almacena y llega a los consumidores», subrayó el ingeniero Re.