En la localidad de Suipacha, provincia de Buenos Aires, un evento significativo marcó un antes y un después en la industria láctea argentina. Lácteos Silvia, una empresa familiar dirigida por Silvia Peretto y Federico Larroque, inauguró la primera planta productora de leche larga vida UHT en sachet en Buenos Aires. Este acontecimiento no solo celebra el crecimiento de una empresa familiar, sino que también simboliza un paso adelante en la innovación tecnológica y el compromiso ambiental.
Desde sus humildes comienzos en 1999 en Luján, donde comenzaron con una pequeña producción de queso mozzarella, Silvia y Federico han guiado a la empresa a través de una evolución constante. La adquisición de fábricas y la expansión de la línea de productos son testimonio de su visión y perseverancia. Hoy, Lácteos Silvia no solo produce queso, sino también leche y yogures larga vida, con una proyección de envasar 150.000 litros de leche por día.
La inauguración contó con la presencia de funcionarios nacionales, provinciales y municipales, así como de representantes de diferentes entidades y muchos tamberos y amigos de otras provincias, subrayando la importancia de este hito para la comunidad. «El consumidor no relaciona a la leche en sachet con un alimento larga vida y es ahí donde nosotros queremos innovar», destacó Silvia durante el evento. La tecnología UHT (Ultra Heat Treatment) permite que la leche se conserve sin refrigeración hasta su apertura, ofreciendo un producto de alta calidad a un costo reducido en comparación con los tradicionales envases tetra pack.
Más allá de la innovación tecnológica, Lácteos Silvia ha mostrado un fuerte compromiso con la sostenibilidad ambiental. La construcción de una planta de tratamiento de efluentes es una iniciativa clave para evitar la contaminación y depurar las aguas resultantes del proceso productivo. Esta inversión no solo protege el medio ambiente, sino que también asegura la sostenibilidad a largo plazo de la producción.
La empresa proporciona empleo directo a 128 personas, fortaleciendo la economía local y demostrando el impacto positivo de la empresa en su comunidad. «Estamos orgullosos, porque tenemos un alimento de primera necesidad, y excelente calidad, que será más accesible para los clientes», agregó Silvia, enfatizando el papel de Lácteos Silvia en la mejora de la accesibilidad a productos lácteos de calidad para todos los argentinos.
Lácteos Silvia continúa siendo un símbolo de perseverancia, innovación y responsabilidad social en Argentina, mostrando cómo una pequeña empresa familiar puede transformarse en un jugador clave en la industria alimentaria del país, manteniendo siempre sus raíces y valores familiares en el corazón de su expansión.
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