Por Martín Galli – Socio fundador de EL SALVAJE, Chacras Marítimas
Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, una oportunidad para reflexionar sobre su importancia, ya que desempeñan un papel clave al funcionar como reservorios esenciales de agua potable. Se destacan por su extraordinaria biodiversidad y su capacidad única para almacenar cantidades significativas de carbono, contribuyendo así a la estabilización del clima.
Los humedales son áreas que experimentan inundaciones de manera temporal o permanente, cumpliendo funciones esenciales como filtros depuradores y reservorios de agua dulce. Su capacidad para almacenar, filtrar y regular los flujos hídricos no sólo regula los impactos de las lluvias, sino que también proporciona una protección fundamental contra sequías, ayudando de esta manera a mantener la estabilidad climática del planeta.
Son los mayores sumideros terrestres de dióxido de carbono a nivel mundial, superando incluso la capacidad de almacenamiento de los bosques. En el escenario actual emergen como una solución, dado que el calentamiento global avanza constantemente y la demanda de agua aumenta y las inundaciones y sequías se vuelven cada vez más frecuentes.
En El Salvaje Chacras Marítimas, primer emprendimiento ambientalmente sustentable de la costa argentina y único proyecto que cuenta con Declaratoria de Impacto Ambiental Provincial. Cuando iniciamos el proyecto nos encontramos con el fin de una cadena de humedales. En colaboración con la OPDS, definimos una reserva de humedales dentro del territorio, adaptando nuestro desarrollo para preservarlos y protegerlos mediante una reserva intangible de 30 hectáreas. Alrededor de esta, establecimos otra zona de protección privada de 9 ha. Este compromiso significó un sacrificio significativo de tierras en función de nuestras convicciones.
Día a día reafirmamos nuestro compromiso respecto a la preservación y cuidado de los humedales, mantener su integridad es esencial para contribuir a la salud global del planeta. Instamos a la sociedad a unirse a este llamado de protección, su defensa es una tarea colectiva. Definitivamente es el momento de abogar por una ley de humedales en nuestro país, una legislación que garantice su preservación para las próximas generaciones.