Con la asunción de los nuevos legisladores que hoy toman juramento (24 senadores y 130 diputados), surge un nuevo Congreso. Sin mayorías automáticas, la negociación será la clave para destrabar los proyectos de la agenda legislativa y una oportunidad para el agro, donde la amplitud política y territorial de los legisladores permite plantear el comienzo de un Frente Legislativo Agropecuario, es decir, un grupo coordinado de legisladores de todos los partidos políticos que impulsa políticas publicas agropecuarias.
En los últimos días, la opinión pública está centrada en la definición del nuevo gabinete, con algunas certezas -como un equipo de Bioeconomía con fuerte impronta técnica- e interrogantes en otras áreas.
Es una danza de nombres. Pero los primeros que han sido confirmados en sus cargos, ya desde el 22 de octubre, son los diputados y senadores que llegan, y los que continúan su mandato, que tendrán un rol clave en la Argentina que se viene.
Las reformas propuestas por el gobierno entrante van a requerir de duras negociaciones. A pesar de haber obtenido más de un 55% del apoyo popular, pero sin gobernadores propios y con un Congreso dividido -con la primacía del peronismo; Juntos por el Cambio corriendo atrás y los liberales en minoría-, la definición de las políticas públicas será en el Congreso de la Nación.
«Para nosotros es el mejor de los mundos: un Congreso de tercios que se tiene que sentar a negociar, un Poder Ejecutivo que entiende de lo que tenemos que hablar y Barbechando articulando de esa manera en el Congreso«, aseguró Ángeles Naveyra, Presidente de la Fundación Barbechando.
Además, Naveyra señaló que “la renovación de las cámaras trae sangre nueva y una oportunidad para conocer y empezar a trabajar con legisladores de todos los bloques en políticas públicas para el desarrollo del agro. La oxigenación en el poder legislativo es necesaria y vemos que en los últimos años hay legisladores con ideas nuevas y enfoques innovadores en el Congreso, eso es positivo para nuestro país.”
La nueva conformación del Congreso tendrá 32 legisladores con vinculación directa al agro -familiar, actividad profesional o carrera política afín al sector- que representan menos del 10%.
Sin embargo, Naveyra asegura que si ampliamos ese universo a todos aquellos legisladores que prioricen el desarrollo federal y real de la Argentina, alcanzamos un potencial cuerpo de casi 40% legisladores, en cada cámara, que va a mirar al campo como oportunidad y no como amenaza.
El desafío de este nuevo Congreso -y no solo de Milei y su equipo- será lograr los consensos que se enfoquen en solucionar los problemas de los argentinos. El desafío del agro será impulsar una agenda común y propositiva, e incidir con una visión unificada en la agenda política. Eso se logra articulando transversalmente a todos los partidos, y junto a un Frente Legislativo Agropecuario.
En esa línea, para Barbechando resulta prioritario medir el impacto de las leyes y transformar las voces aisladas en un frente coordinado, trabajando por el campo, ya que, si es bueno para el campo, será bueno para el país.
“Hay tierra fértil. Es el momento propicio y la oportunidad para un Frente Legislativo Agropecuario en el Congreso de la Nación”, aseguró la Presidente de Barbechando y remató con la frase del escritor francés Víctor Hugo: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”.
Por Ángeles Naveyra.