La coinoculación de Bradyrhizobium y Azospirillum en soja llega como una novedad al país, combinando en un solo tratamiento los beneficios de ambos microorganismos para potenciar el rendimiento y desarrollo del cultivo.
La coinoculación en soja, una técnica innovadora y reciente en el mercado argentino, comienza a probarse en diferentes lotes de la región pampeana y el NOA. La propuesta es clara: combinar los beneficios de Bradyrhizobium japonicum y Azospirillum argentinense en un solo tratamiento, ampliando los efectos de la fijación de nitrógeno y el desarrollo radicular del cultivo de soja.
Esta formulación, llamada Nitragin Genesis, estará disponible a partir de la próxima campaña 2025 y ha demostrado en ensayos previos un incremento de hasta un 5% en el rendimiento comparado con métodos convencionales de inoculación.
Según Gisela Santella, Gerente de Investigación y Desarrollo de Novonesis, “Esta propuesta representa un avance fundamental para los productores, ya que permite integrar en una única formulación los beneficios de Bradyrhizobium y Azospirillum. Esto significa que, además de asegurar la fijación biológica de nitrógeno, logramos una mayor exploración del suelo y aprovechamiento de agua y nutrientes, claves para el rendimiento”.
La coinoculación en soja no solo significa una mejora en la fijación biológica de nitrógeno, sino que marca un avance importante en la eficiencia del uso de otros nutrientes. Gracias a la acción de Azospirillum argentinense, los cultivos desarrollan un sistema radicular más extenso, que les permite acceder a nutrientes y agua en capas profundas del suelo. Esto se traduce en un mejor establecimiento del cultivo, mayor vigor y resistencia de las plantas a lo largo del ciclo productivo, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema agrícola.