
El pie es una parte esencial del cuerpo del equino, le permite sostenerse y cumplir la función de la locomoción en diferentes tipos de marchas (paso, trote, carrera, etc.).
La armonía de ese complejo anatómico y fisiológico del pie, le permite mantener su equilibrio, dotarlos de la funcionalidad necesaria para apoyar y transitar por varios tipos de terrenos, adaptándose a diferentes circunstancias.
Anatómicamente el pie, está formado por la segunda y la tercera falange, el hueso sesamoideo distal o navicular, la articulación respectiva, el tendón del flexor profundo, el músculo extensor común, la almohadilla plantar, los cartílagos complementarios y un conjunto de arterias y venas que facilitan la importante circulación sanguínea para permitir el ingreso de componentes nutritivos y la salida de elementos de desecho. El tejido nervioso faculta su sensibilidad y la respuesta ante el dolor o el tacto.
Estas formaciones están protegidas del medio ambiente que los rodea y contenidos en ese resistente armazón exterior que se visualiza, conocido con los nombres de casco, vaso o uña. El mismo crece normalmente un centímetro por mes y lo hace desde la parte superior del casco hacia el piso, además se regenera cuando se produce su daño.
CUIDADO DE LOS CASCOS
Su finalidad es mantener la salud del pie, porque distintos trastornos en la estructura del casco están relacionados con problemas en su cuidado y atención.
Los cascos de los caballos sueltos en el campo o los que están viviendo dentro de un box, demandan una equilibrada alimentación y un cuidado constante, debe ser una prioridad, porque la parte del casco que toma contacto con el piso, llamada suela, tiene íntima relación con diferentes tipos de suelos con distinta humedad, suciedades, materia fecal, orina, camas sucias o húmedas, etc. y en ocasiones tienden a acumularse en la zona de la ranilla.
Animales sueltos en el campo: deben ser observados para reconocer heridas, lesiones o claudicaciones. En ciertas regiones de nuestro país, con un piso duro, la relación entre el crecimiento y desgaste del casco se encuentra equilibrada y no se visualiza modificación alguna en la conformación del casco. En cambio, si la relación es inversa, o sea, el piso es blando y húmedo, hay mayor crecimiento que desgaste, ese desbalance ocasiona que el casco crezca demasiado y se vaya deformando, se producen rajaduras o rupturas longitudinales o transversales que permiten el ingreso de suciedades, posibles infecciones, acompañado por dolor, desequilibrio y claudicación, por este motivo estos animales necesitan un recorte del casco crecido en exceso o también llamado desvasado. Aunque también es factible, pero no conveniente, que el animal con un casco deformado pueda seguir caminando bien.
En síntesis, en los equinos a campo sin herraduras y en libertad, pueden ocurrir dos situaciones:
- Cuando el piso es firme, el vaso se desgasta, no modifica su conformación.
- Cuando el suelo es blando, no sucede tal desgaste, el casco crecido se debilita por el exceso de humedad, puede deformarse o romperse y necesita ser recortado.
Animales en el box o estabulados: el cuidado y observación diaria de los cascos nos permitirá reconocer su integridad, dolores reconocibles al caminar o al explorarlos, anormalidades, presencia de cuerpos extraños, heridas, piedras u otros elementos. De igual manera, la limpieza diaria de la suela permitirá eliminar restos de cama mezclados con materia fecal y orina situados en las lagunas laterales o central del casco.
Otra actividad imperiosa y rutinaria labor para el cuidado de los cascos es su lubricación mediante la aplicación diaria de sustancias para conservar su humedad y flexibilidad.
Si el caballo está herrado se deberá prestar atención a su herrajes, se controlará también el estado general de las herraduras, constatando si están correctamente adheridas, al desgaste que pudieran presentar, se tendrá en cuenta el necesario recambio periódico y se procederá a examinar sus clavos, ya que éstos no deberán estar ausentes o flojos.
En los caballos herrados el crecimiento natural y mensual del casco de un centímetro por mes también se lleva a cabo, y esto modifica las líneas normales de aplomo. Es importante prestar atención a este detalle y tener en cuenta que cada vez que el animal es herrado, el casco debe ser recortado para eliminar el exceso de uña y aplomarlo correctamente.
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