La producción de azúcar física fue de 317.000 toneladas; una cifra similar a la de 2018. En tanto, la producción estimada de alcohol fue de 90 millones de litros.
Este año hubo una muy buena primavera y un invierno sin heladas, aunque el verano previo a la zafra fue seco, sobre todo en el mes de febrero. A pesar de que esa sequía complicó el desarrollo final del cañaveral, la producción de caña fue apenas inferior a la del año pasado.
Ledesma molió más de 3.700.000 toneladas de caña de azúcar, de las cuales algo más de 3.000.000 fueron propias y 700.000 fueron toneladas de cañeros independientes. Esto último requirió de gran esfuerzo de parte del área de logística de la compañía y los transportistas, ya que se incorporaron nuevos cañeros, lo que contribuyó a la actividad productiva en toda la provincia de Jujuy.
Desde hace cuatro años, la compañía viene trabajando en la rotación de caña con soja para enriquecer la tierra con nutrientes de uno y otro cultivo. Este año 1.400 hectáreas mejoraron su productividad con este sistema. Además, la incorporación de tecnología de monitoreo y las imágenes con drones permitieron detectar fallas de plantación y malezas en los cultivos de manera temprana.
Esta zafra fue muy especial, ya que por primera vez Ledesma fue anfitriona del Post Congreso Internacional de Caña de Azúcar. Los participantes de más de 43 países conocieron la tecnología y el manejo de los campos y fábricas de Ledesma, y destacaron además el manejo ambiental de Ledesma con el esquema de Paisaje Productivo Protegido.
Inversiones
Para esta zafra, Ledesma invirtió US$ 12,5 millones en equipamiento de campo e infraestructura en las fábricas, como por ejemplo una palletizadora y una fraccionadora nuevas que permiten terminar el producto de manera más eficiente y competitiva.
En 2020, Ledesma planea inversiones por más de 4,5 millones de dólares para la ampliación de su fábrica de papel, para producir papel natural 100 % caña de azúcar con destino a mercados europeos y norteamericanos.
Medio ambiente
El crecimiento de Ledesma se da en el marco de su compromiso con el desarrollo sostenible de Jujuy y del país. La empresa cosecha en verde el 100% de las áreas cercanas a centros urbanos. En Jujuy mantiene un predio donde procesa todos sus residuos sólidos, y los prepara para la venta como material reciclable o para su disposición final.
Además, y pensando en el largo plazo, Ledesma continúa trabajando junto con la Fundación ProYungas para la conservación de las yungas y de los paisajes naturales, que representan en total un 61% de sus tierras. A través de un Plan de Ordenamiento Territorial, Ledesma conserva tres de cada cinco hectáreas de su propiedad sin explotar, y las preserva para las generaciones futuras.