Se conocieron los ganadores de la XVII edición del Premio Excelencia Agropecuaria organizados por LA NACION Y Banco Galicia. El mayor galardón, el Premio de Oro, fue para Salvita, quien además se destacó como Mejor Innovación Tecnológica.
En una noche colmada de emociones y encuentros, se realizó la entrega del clásico reconocimiento que otorgan LA NACION y Banco Galicia. El Premio distingue las diversas actividades del quehacer agropecuario, galardonando a empresas y a hombres y mujeres de campo que se destacan por medio de la innovación y la calidad.
Con mucha expectativa, los nominados de las 11 categorías participaron de la ceremonia, que contó con la presencia de autoridades nacionales, provinciales, de entidades del sector agropecuario, como así también ganadores de años anteriores.
Para comenzar el acto, Marcelo Mc Grech, Gerente de Agronegocios de Banco Galicia, indicó: “Qué bueno es ver entre todos ustedes a los grandes referentes de la cadena de valor más importante de la Argentina. Realmente, es muy gratificante”. Luego, continuó: «Quiero felicitar a cada una de las personas que trabajan día a día con esfuerzo y pasión para aumentar la producción, generar conocimiento, compartirlo, agregar valor, generar empleo, y aumentar la eficiencia. En resumen, por hacer de la producción argentina una producción sustentable desde los tres pilares: el social, el ecológico y el económico», dijo Mc Grech. Finalizando sus palabras de bienvenida, el Gerente de Agronegocios de Galicia, expresó: “Nuestro presente está marcado por big data, inteligencia artificial, digitalización, robots, fintechs y agtech. Estamos embarcados en cambios en la forma de trabajar, en nuevos procesos y búsqueda de eficiencia; y veo en estos premios muchos buenos ejemplos. Disfrutemos de esta distinción como un festejo, tomémonos el tiempo para reconocer a los que con innovación y trabajo siguen demostrando que el campo no para y la Argentina tampoco. Construyamos entre todos nuestro futuro.”
Por su parte, José Claudio Escribano, miembro del directorio de LA NACION, señaló: “Desde hace años, uno de las tareas que me resultan más gratas es renovar el compromiso de LA NACION con la Excelencia Agropecuaria. Contamos para eso con la historia del diario y, en este caso, con la compañía amistosa de Banco Galicia”. Luego, aseguró que “en un acto de premiación a los mejores actores dentro de las disciplinas esenciales que integran la actividad agropecuaria es importante detenerse a describir el contexto especifico con que se obtendrán las notas de excelencia”. Y puntualizó: “Observamos que entre quienes serán distinguidos esta noche con los más altos galardones han actuado en un contexto competitivo de máxima exigencia. El campo invierte, arriesga e innova, agrega valor, compite y subsiste sin subsidios, y sin otras protecciones, a veces menguadas por nuestros vecinos, que las impuestas por las reglas del mercado regional que nos asocia, el Mercosur”. Escribano dijo que “si alguien instituyera el Premio a la Excelencia para una actividad nacional entre las que contribuyen al bien común, un jurado tan imparcial como el de esta noche, votaría porque se lo confirieran al campo”.
Seguidamente, Luis Miguel Etchevehere, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, felicitó a los organizadores del Premio a la Excelencia Agropecuaria, y consideró al premio como “un clásico que año a año destaca el gran talento que hay en la producción agroalimentaria argentina”.
Además, Etchevehere dijo: “Si hay un sector que demuestra permanente superación es el sector agroindustrial argentino. Permanentemente está buscando nuevas maneras de producir, con una gran eficiencia que lo destaca a nivel mundial”. Luego de agradecer el diálogo y el trabajo que se sostuvo con el sector agropecuario durante los años de gestión del Gobierno actual, y describiendo los logros alcanzados, el ministro Etchevehere, dijo: “Ojalá, en beneficio del país, podamos ver dentro de 4 años que todos los números que hemos dejado hayan sido mejorados. Porque en ese caso, hubiésemos ganado como país. Resta eso, mantener lo hecho y seguir trabajando para poder construir la mejor Argentina”.
La máxima distinción de este concurso, el Premio de Oro, que sintetiza los atributos de excelencia, innovación, compromiso y trabajo en nuestro campo, fue para la empresa SALVITA, que resultara ganadora de la categoría Mejor Innovación Tecnológica.
“Es un premio que gratifica el alma”, dijo Salvador Muñoz uno de los representantes de Salvita que asistió a la ceremonia, agregando: “para nosotros fue una sorpresa haber ganado el de Mejor Innovación Tecnológica, la terna que teníamos era muy buena. Y, además, haber ganado el Oro es una satisfacción muy grande”.
LOS GANADORES DE CADA CATEGORIA
Del arduo trabajo de análisis de los 163 casos de empresas que se postularon, participó el equipo de la Facultad de Agronomía de la UBA liderada por el director del programa de Bioeconomía, Fernando Vilella, quienes tuvieron el exhaustivo trabajo de elegir a los 38 nominados.
Una vez conocidos los finalistas, el jurado integrado por Marisa Bircher, secretaria de Comercio Exterior del ministerio de Producción; Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de proyectos de la Fundación Producir Conservando; Rodrigo Bunge, director general de Laboratorios y Control Técnico de SENASA; Marcelo Mc Grech, gerente de Agronegocios de Banco Galicia; José Del Río, secretario general de Redacción de LA NACION; y el mencionado Fernando Vilella, eligieron a cada uno de los ganadores.
MEJOR INNOVACIÓN TECNOLÓGICA: SALVITA
MEJOR AGRICULTOR: CRESUD
MEJOR PRODUCTOR LECHERO: GRUPO CHIAVASSA
MEJOR PRODUCTOR DE CARNE: TIERRA GREDA
MEJOR FRUTIHORTICULTOR: MIDORY
MEJOR FABRICANTE DE MAQUINARIA AGRÍCOLA: CNH INDUSTRIAL
MEJOR EMPRESA DE SERVICIOS PARA LA PRODUCCIÓN: SANPA SEMILLAS
MEJOR GESTIÓN SUSTENTABLE: GRUPO TIGONBU
MEJOR CABAÑERO: GANAGRIN
MEJOR INDUSTRIA AGROALIMENTARIA: SAN MIGUEL
MEJOR TRABAJO DE INVESTIGACIÓN: LABORATORIO PLASTICIDAD DEL DESARROLLO DE LAS PLANTAS
Reconocimiento del Jurado
Dentro de los trabajos presentados por los inscriptos, el jurado eligió distinguir a dos empresas “por su crecimiento y expansión en el mundo gracias a su capacidad innovadora y de gestión”. Una de ellas fue un reconocimiento a la INNOVACIÓN TECNOLÓGICA para CONICET – AERODYCA. Desarrollaron un sistema de aplicación aérea no tripulado, denominado Mangangá, que permite poner al alcance del usuario un sistema de alta tecnología a un costo menor. Este sistema permite evitar los accidentes con riesgo de vida o la destrucción del equipamiento y, gracias a su diseño, permite bajar notoriamente el efecto conocido como deriva, que “arrastra” el producto fuera del área que se intenta tratar. Estas cualidades, garantizan una mayor protección medioambiental, una mayor seguridad y un mayor aprovechamiento de los productos respecto a los sistemas terrestres y aéreos convencionales.
El segundo reconocimiento, en este caso a la INDUSTRIA AGROALIMENTARIA, fue para VALOR A. La empresa nace del concepto del “Valor Agregado”. La firma produce alimento que aporta proteínas vegetales a la vida de las personas. En 2019 participó de misiones y visitas comerciales al Norte de África, Sudáfrica, Filipinas, Indonesia, Panamá y Honduras y en ferias internacionales en México, China y Alemania. Desde “Los Almendros”, campo ubicado en la zona rural de El Tío, provincia de Córdoba, Valor A produce proteína de soja texturizada, garbanzo expandido, arroz expandido, harina precocida de garbanzo y harina precocida de arroz bajo las buenas prácticas agropecuarias.
DISTINCIONES ESPECIALES
Uno de los momentos emotivos fue cuando LA NACION y Banco Galicia distinguieron a la empresa Llorente Hnos. por sus 100 años de historia, y le entregaron un reconocimiento a José Antonio “Pepe” Llorente. Fundada en septiembre de 1919, Llorente Hnos. cumple 100 años en el sector agropecuario argentino. Actualmente, la firma se dedica a la administración de campos, la actividad agrícola. Y, además, posee tambos y criaderos de cerdo.
La familia supo mantener la compañía vigente gracias a la sinergia y la complementariedad de sus actividades. Llorente Hermanos es el modelo de cómo cada generación puede evolucionar redoblando la apuesta y superando nuevos desafíos sin perder de vista los pilares asimilados por la primera generación. La firma ha sido distinguida con el Premio a la Excelencia Agropecuaria, en distintas categorías, en otras 3 oportunidades.
Por otro lado, fue entregada una distinción a AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), por sus 30 años de trayectoria, que fue recibida por el Ing. Agr. Alejandro Petek, el Ing. Agr. Bernardo Romano, y el Ing. Agr. Gabriel Pellizzón. Dicha distinción se suma a otros 2 premios recibidos, entre ellos el Oro obtenido en el 2013.
En 1989 un pequeño grupo de productores apostó a una agricultura distinta con foco en la conservación de su principal recurso: el suelo. Estos innovadores del campo argentino adoptaron e impulsaron la difusión de un nuevo paradigma agrícola basado en la Siembra Directa.
Con el correr de los años, Aapresid creció y hoy más del 90% de la agricultura argentina se hace bajo este sistema. El modelo que facilitó la rápida, exitosa y masiva adopción de la Siembra Directa en la Argentina, apunta a dar un salto cualitativo de la mano de los programas Agricultura Certificada, Sistema Chacras, Congreso, Malezas y Regionales.
Otro de los reconocimientos fue al aporte solidario de IPESA SILO, gracias a la relación con el campo.
La distinción fue recibida por Mariano Klas.
IPESA SILO se destaca por su compromiso con la sociedad en su conjunto. Entre sus principales campañas se destacan la creación de un silo rosa para concientizar sobre el cáncer y realizar donaciones a Fundaleu.
Desde su introducción en el año 1998 y por sus enormes ventajas para agilizar las cosechas, reducir los costos de almacenamiento y también por sus superiores propiedades de conservación de granos, la bolsa de IPESA SILO se posicionó en el campo argentino como la líder del mercado. Entre otros puntos, garantiza una mayor velocidad en el periodo de cosecha gracias a que las máquinas jamás se detienen por falta de transporte. Esto le permite al productor mantener el grano en el establecimiento, y con ello, generar nuevos negocios a los que antes no podía acceder.