
Francisco Udaquiola, analista de la consultora AZ Group, analizó la dinámica reciente del Mercado de Hacienda, destacando las subas de precios tanto en la invernada como en el ganado para faena. Según explicó, el repunte comenzó tras las lluvias de octubre y noviembre, que reactivaron la demanda en un contexto de mejora en las condiciones climáticas y renovadas para el sector ganadero, impulsadas por la disponibilidad de pasturas y el optimismo generado por las lluvias tras un período de sequía prolongada.
En noviembre, el precio del ternero de 170 kilos experimentó un aumento del 12%, y entre noviembre y diciembre se registró otro incremento del 16%. Actualmente, un ternero de 160 kilos se cotiza entre $3.400 y $3.500 el kilo. Estos valores, ajustados en términos históricos y por inflación, se encuentran dentro del promedio de los últimos seis años. Sin embargo, al analizarlo en dólares, el panorama es diferente: el ternero alcanza los USD 3 por kilo, un nivel que no se registraba desde 2011, luego de la liquidación ganadera posterior a la histórica sequía de ese período.
Por otro lado, el mercado de hacienda faena también mostró una dinámica alcista. En el último mes, los precios de los novillos livianos aumentaron un 15%, con valores de referencia de entre $2.300 y $2.600 por kilo, mientras que los máximos para hacienda pesada tanto como para liviana rondaron los $2.550 a $2.600 por kilo. La particularidad en este segmento es la brecha mínima observada entre los valores de la hacienda liviana y la pesada, lo cual, según Udaquiola, es una señal positiva que demuestra un equilibrio saludable en el mercado, reflejando una demanda sostenida y una oferta ajustada que favorecen la competitividad y estabilidad de los precios en las distintas categorías de hacienda
De cara al futuro, el analista señaló que es poco probable que se registren nuevas subas en el corto plazo, ya que la típica actualización de valores que se da hacia fin de año ya ocurrió. Según sus proyecciones, el próximo ajuste podría darse entre febrero y marzo, cuando la estacionalidad genere un bache en la oferta de hacienda para faena. En cuanto a las perspectivas para 2025, Udaquiola anticipa un buen año para el negocio ganadero en un contexto de estabilización económica. Los valores de la hacienda faena tenderán a consolidarse en términos nominales, lo que permitirá que el sector se beneficie de un marco de mayor previsibilidad y rentabilidad.