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La producción de porcinos alcanza nuevo récord de exportaciones a China

Como todos los meses, Coninagro publica esta herramienta para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan. Mirá en detalle el relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de CONINAGRO, con cifras que surgen del análisis realizado durante el mes de septiembre de 2020. El «Semáforo de Economías Regionales» busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.

Las exportaciones, el consumo interno y la mejora en los precios impulsan a las economías regionales, donde las producciones de Arroz, Miel, Maní y Porcinos se destacan por encima del resto.

De acuerdo con este indicador, las producciones se pueden dividir en 3 grandes grupos según la situación en la que se encontraban al momento de la medición: 5 economías se encuentran en rojo, 5 en amarillo y 9 en verde.

Con síntomas de crecimiento o prosperidad, el primer grupo lo integran el Arroz que arranca la nueva campaña con buenas perspectivas; la Miel que tiene buenas exportaciones; la producción de Porcinos que combina mejoras en el consumo interno y récord de exportaciones a China y el Maní también con récord de ventas al exterior, aumento de consumo y una producción mejor a la esperada.

En sintonía con las buenas perspectivas de la industria porcina, desde el Área de Economía de la entidad, ampliaron que «en breve vamos a debatir sobre la postura institucional, hay dudas acerca de la implementación y de los protocolos por el acuerdo con China».

«La mayor producción de porcinos la registramos en Córdoba, San Luis, San Juan y Buenos Aires. Además, encontramos algunos emprendimientos de pequeños productores porcinos en otras zonas del país, como es el sur de Santa Fe», indicó Norberto Niclis, vicepresidente de Coninagro

Otras actividades acompañan el récord exportador de las producciones mencionadas (medidas en dólares y tomando como base el período enero-septiembre 2020) comparado con los últimos 5 años, como por ejemplo Maíz. Mientras que el Trigo, las Naranjas y las Aves casi llegan a esos indicadores positivos.

Así, con luz verde se encuentra la producción de Cítricos Dulces que finalizada la cosecha presenta una demanda sostenida, los Bovinos y los Granos. En el primer caso con algo de inestabilidad en los mercados y en el segundo, la cosecha de trigo que se verá afectada por la escasez de lluvias.

Dante Trossero, Consejero de Coninagro Entre Ríos, se refirió a la mejora en el precio de los granos y lo atribuyó a la situación climática en la zona núcleo afectada principalmente por la sequía.

«El alza internacional está favoreciendo por estos días a quienes tienen que tomar la decisión de sembrar. No obstante, esos precios son consecuencia del clima, es decir que lo que ganás en precio lo perdés en rendimiento así es que se compensa», concluyó.

«La soja, por su parte, está teniendo un muy buen precio y estamos empezando con la cosecha de trigo así que para vivir hasta fin de año, pagar impuestos y comprar insumos es nuestra moneda de cambio. Por ahí escucho que no queremos liquidar, pero lo que pasa es que es la moneda de cambio que tenemos para vivir», argumentó Trossero.

También mostraron buenos desempeños durante septiembre las producciones de Mandioca, con un leve incremento de las importaciones y las Peras y Manzanas que de cara a la temporada venidera observan buenos precios.

Las que han descendido son las Hortalizas, afectadas por la volatilidad de volúmenes y precios y la Yerba Mate con evidentes síntomas de crisis por el impacto de la menor producción, aunque la superficie subió un 6% respecto de años anteriores.

Por su parte, la producción Avícola, la Forestal, la de Vino y Mosto y la de Papas se encuentran en situación de advertencia, con luz amarilla.

En el caso específico de la Papa, Mario Raiteri Consejero de Coninagro en la Provincia de Buenos Aires lo atribuyó a los problemas climáticos que afectaron a las provincias productoras, (además de Buenos Aires) de Córdoba y Tucumán que sufrieron sequías y heladas.

«Hoy las papas que se están comercializando son el resto final de la cosecha del año pasado del sudeste de Buenos Aires. Los problemas climáticos que tuvieron las otras dos provincias paperas como son Córdoba y Tucumán como las sequías y también de heladas han hecho que ellos perdieran volumen de producción, y al perder volumen también disminuyó la calidad», detalló Raiteri.

Por su parte, decididamente con luz roja se ven la producción de Algodón, la Leche, la de Tabaco y la de Ovinos. Prolongada caída en la demanda, precios por debajo de la inflación, aumento de costos, caída de precios y ausencia de exportaciones son las principales variables que explican la preocupante realidad de estos sectores.

Los precios promedio de las actividades relevadas crecieron 62% en términos interanuales en sept-2020, estando por encima del 37% de la inflación. Mientras que los costos promedios crecieron en el mismo período 46%.

¿Qué rol juega el cooperativismo en el desarrollo de alimentos sustentables?

Uno de los ejes principales a tratar en el Congreso Internacional 2020 organizado por Coninagro y que tendrá lugar el lunes 9 de noviembre y será emitido en el website www.coninagroenvivo.com.ar, se refiere a la sustentabilidad y trazabilidad de alimentos en Argentina, entre otros contenidos. Así, en un contexto donde el consumidor muestra cada vez mayores inquietudes por conocer cómo, quién y de qué manera se producen los alimentos que consume, es que la representación Permanente de la República Argentina ante las Organizaciones de las Naciones Unidas con sede en Roma mantuvo una reunión con el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto para definir pormenores de la participación en el evento.

«Procuramos integrar la cadena de valor y que se den las condiciones para acceder a la innovación y tecnología. Desde la capilaridad de nuestras economías productivas expandidas en todo el territorio podemos otorgar una alimentación sustentable, de acuerdo a lo que se denomina empoderamiento del consumidor, que demanda una alimentación sana, a su vez que debemos revisar la diferencia entre lo que paga el consumidor y lo que percibe el productor agropecuario».

En otro orden, según un artículo publicado en el marco de la 36° Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, con sede virtual en Managua (Nicaragua), la temática abordada tuvo como objetivo, «orientar la innovación hacia el desarrollo de tecnologías capaces de realizar un manejo sustentable de los recursos, la conservación de la biodiversidad, la adaptación al cambio climático y la reducción de la contaminación».

En esa dirección recomendaron «promover la innovación digital y reducir la brecha tecnológica, aumentando el uso de las herramientas digitales en los sistemas agroalimentarios y el sector rural, en particular entre los productores rurales familiares de pequeña y mediana escala».

En esa dirección, Mario Raiteri, destacó que será una temática «muy necesaria» que se convertirá en el «norte de todas las producciones: la calidad, la inocuidad, la sanidad y la sustentabilidad medioambiental».

No obstante, el dirigente advirtió que por la implementación de estas medidas, los productores no pueden quedar «cautivos del discurso de los fundamentalistas del agro-negocio ni de los fundamentalistas del medioambiente, porque nosotros tenemos la obligación de producir alimentos y producir en cantidad para que todos los puedan comer respetando esas características». El consejero bonaerense reclamó trabajar para «ir alcanzando consensos».

Por su parte, Dante Trossero, destacó la tarea que se está desarrollando para sancionar una Ley de Etiquetas en las que «habrá un montón de referencias que son importantes porque se trata de nuestra salud».

«Lo que no hay que perder de vista es que esto se hace con buenas prácticas y siguiendo todas las directrices del Estado en cuanto a normativas. Los que producimos alimentos lo hacemos en el mismo lugar donde vivimos y son los alimentos que consumimos y que les damos a nuestros hijos, por ello nadie más preocupado y ocupado que nosotros por la sustentabilidad», señaló el productor entrerriano.

Fuente: Área de Economía de Coninagro