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Coincidencias políticas: ir hacia retenciones cero, eliminar el cepo cambiario e impuestos distorsivos y ordenar la macroeconomía para insertarse en el mundo

 Con diferencias de énfasis, el exPresidente Mauricio Macri, el exgobernador mendocino Alfredo Cornejo, el precandidato presidencial José Luis Espert y la candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires Diana Mondino coincidieron en una serie de medidas para liberar las energías productivas del país, en diálogo con Pedro Vigneau, presidente de Maizar. Críticas al discurso populista y el proteccionismo industrial.

El panel más político del Congreso Maizar 2023 mostró una amplia coincidencia sobre la necesidad de eliminar las retenciones y el cepo cambiario, ir hacia un tipo de cambio único y libre, eliminar impuestos distorsivos, reducir la carga impositiva, abrir la economía y competir internacionalmente, lo que dará a la bioeconomía extraordinarias posibilidades de crecimiento.

“El rol del próximo Gobierno, que puede ser de Juntos por el Cambio, es para mí hacer una reforma profunda, rápidamente; antes de fin de año tenemos que tener un nuevo Presupuesto, reglas claras, un solo dólar. Transmitir con mucha convicción. No tener miedo a los ejércitos de orcos, sacarnos de encima los comportamientos mafiosos. Y los primeros que tienen que demostrarlo son los que tomen la responsabilidad de conducir el país. Tiene que hacerse inmediatamente, para restablecer la confianza, en la Argentina y en el mundo, pero primero dentro de la Argentina. Necesitamos que los jóvenes quieran elegir trabajar acá”, dijo Mauricio Macri.

La diferencia con el período 2015-2019, señaló el exPresidente, es que hoy una mayoría de los argentinos es consciente de que la Argentina necesita “una reforma profunda”, que consiste “en salir de la Argentina mafiosa, en la que un pequeño grupo se apropia del trabajo de los demás”.

Macri destacó en que se trata de cuestiones básicas, como restablecer un Presupuesto en el que, “si ingresan 10, no se gastan más de 10 y no se le pide prestado a nadie”, y que el próximo Gobierno deberá “bajar impuestos ridículos, como tasas municipales por la venta de un negocio, Ingresos Brutos, retenciones, el impuesto al cheque y al patrimonio, o impuestos excesivos al trabajo”. Son reformas clave, subrayó, “para que la gente invierta y trabaje en blanco”.

“El Estado tendrá que hacer prevalecer la ley y no dejar que unos pocos nos extorsionen cortando las calles para impedir que la Argentina se ponga de pie. Algo maravilloso cambió: la gente sabe que hay que apostar a la cultura del trabajo, el mérito y el esfuerzo personal”. 

El exPresidente instó al campo y la agroindustria a “invertir más” en tener voz y participar del debate público. “No se puede combatir el discurso populista que combate el mérito, ese discurso de regalar porque sos una víctima, solo a través de la política. Es un relato que nos está destruyendo: que no nos vuelva a pasar que, por falta de narrativa, de relato propio, nos arrastren ideas tan destructivas. Debemos hacer la autocrítica, blindarnos para que esas ideas no se apropien de la vida diaria de los argentinos. Es un camino, no algo de un día para el otro. Utilicen la inteligencia para defender el relato de la actividad privada, la superación personal, que lo que nos hace felices es lo que logramos con nuestro propio trabajo, ese valor de que otros necesitan lo que yo voy a hacer. Que nunca más nos gane una cultura de la autodestrucción”, insistió Macri. 

Por su parte, el senador nacional Alfredo Cornejo, exgobernador de Mendoza y candidato a un nuevo mandato, recordó que, aunque los principales instrumentos de política económica están en manos del gobierno nacional, en su gestión contribuyó a crear un “clima de negocios” favorable mediante la modificación de los códigos de procedimiento y la creación de oficinas de conciliación, para agilizar la resolución de conflictos civiles, además de reducir la tasa del impuesto a los Ingresos Brutos, pese a la suspensión del Pacto Fiscal que se había firmado en 2017.

Cornejo destacó que Mendoza es la única provincia que hoy tiene menos empleados públicos que hace 8 años (6% menos), además de características institucionales como no tener reelección consecutiva de gobernador y haber eliminado la reelección indefinida de los intendentes, votar con boleta única y aplicar la ley de “ficha limpia”, por la cual ninguna persona con condena judicial puede presentarse a un cargo electivo. “Desde las provincias se pueden hacer aportes sustantivos” al clima de negocios, reconoció el senador nacional. Sin embargo, dijo, lo que más cuenta es el orden macroeconómico a nivel nacional: “Si no lo creamos en breve, el país seguirá barranca abajo”.

Cornejo explicó la instalación del Malbec en el mundo como una “experiencia interesante”, que generó eslabonamientos positivos en Mendoza, como con el turismo, contribuyendo a que la provincia reciba 3,8 millones de turistas anuales. Sin embargo, indicó, según el plan estratégico vitivinícola, el país debería estar exportando anualmente unos USD 2.000 millones, y se están exportando entre USD 700 y 800 millones, por falta de orden macroeconómico.

A su turno, el economista José Luis Espert ratificó su precandidatura presidencial dentro de Juntos por el Cambio, que definió como “un gran portaaviones opositor” a las políticas del actual Gobierno. Señaló que, en décadas de experiencia como economista en el sector privado, como consultor y conferencista, no lograba “cambiar el amperímetro”, pero que sí logró hacerlo a partir de 2019, cuando se incorporó a la política: “Es el lugar para cambiar las cosas dentro de la Constitución, la gran carta de navegación de Alberdi”, enfatizó. En cuanto a prioridades y proyectos, ratificó su postura a favor de eliminar retenciones e instaurar un sistema de tipo de cambio libre y único, e incluso llamó a resistir y rebelarse fiscalmente cuando, por ejemplo, los municipios pretenden cobrar tasas de seguridad vial sin arreglar las rutas.

Espert, sin embargo, resaltó algo que es aún más dañino que las retenciones: el proteccionismo industrial, que calificó como “el peor pescado podrido que hayamos comprado”. Y explicó: “Si hay alguien dispuesto a invertir, ¿dónde lo va a poner? ¿En una actividad expuesta a la sequía, las lluvias, considerada un enemigo de la patria por algunos gobiernos, a la que le cierran las exportaciones y sufre cortes de silobolsas? ¿O en un sector sin competencia, ningún riesgo, al que le dan de protección?”.

“Debemos encarar la lucha contra la sustitución de importaciones”, remarcó Espert, y contó que presentó un proyecto de ley para que el Congreso recupere la facultad de fijar retenciones y aranceles, actualmente en manos del Ejecutivo. Y concluyó que la Argentina “es una mina de oro”, por sus riquezas y posibilidades. “Está en nosotros volver a ser lo que fuimos durante 50 años, uno de los países más ricos del mundo”. Para eso, hay que hacer “las reformas necesarias” y lograr una Argentina abierta al mundo, sin aranceles prohibitivos, sin empresas deficitarias. Sin sindigarcas”.

Por último, Diana Mondino, profesora de Finanzas de la Universidad del CEMA, y candidata a diputada porteña por la Libertad Avanza, explicó que decidió participar en política aleccionada por sus hijos. “Hace 26 horas que soy candidata; si no participamos ni podemos dar opinión, los que deciden se basan en sus preferencias. Si nadie se mete, quedan los que estaban”, señaló.

Uno de los problemas del país es que cualquier iniciativa tiene que luchar “contra un sistema impositivo horrible”, dijo. Mondino señaló que es clave evitar las distorsiones, y le apuntó a Horacio Rodríguez Larreta, que en un panel previo del Congreso Maizar había dicho que eliminaría las retenciones a 200 productos de las economías regionales. “¿Y el resto?”, se preguntó, partidaria del principio de “trato igual para todos, que todos tengan la carga impositiva más baja”.

Lo que debe guiar la política y las medidas económicas, concluyó, es la inserción en el mundo, e instó a eliminar distorsiones como el impuesto a los Ingresos Brutos, que desalientan la agregación de valor. “Si no decimos lo que queremos, es difícil que otro lo pueda saber. Y tenemos que tener objetivos ambiciosos”, concluyó.